Resulta que tengo una novia que es una boyonkarra, enganchada a toda aquella serie, telediario o película en la que salga una tiawena, y ya no digamos si la tiawena en cuestión es entendedora, ya sea en la ficción o en la realidad, o pudiera serlo, según su bollorádar... y no te joda eso, sino que la culpa es mía porque yo creé esta monstrua abriéndole nuevos horizontes lesbianotelevisibles... ¿y ahora qué?...
- Ahora tengo que sufrir en mis propias carnes sus calentones cada vez que ve un capítulo de L Word, especialmente si está Bette en escena, aunque no hace ascos a (casi)ninguna.
- Ahora tengo que soportar sus preocupaciones acerca de las cosas del querer entre esta última con Tina, con las cuales sueña, que yo sepa, una vez por semana fijo.
- Ahora tengo que tragarme bodrios como, por ejemplo, La Cosecha sólo porque la Swank le pone.
- Ahora seguro que está viendo, por enésima vez, Media hora más contigo, aunque me ha dicho que se iba a la cama.
- Ahora los telediarios de fin de semana de tve1 son sagrados. Motivo: una tal María Casado.
- Ahora es capaz de despertarme a las 7 de la mañana para preguntarme "¿qué pasó anoche en HC?", porque se quedó sobada viéndolo... y después ya decir "buenos días".
- Ahora tengo el emule petao.
- Ahora ya no hay retonnnno.
En fin, me quejo, pero... eres mi alumna más aventajada, pequeña Idgie Threadgoode.
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