Perrity Day

Hoy he tenido un día muy completito, y todo por culpa de mi madre, que ayer me hizo un lío de bragas... no entraré en detalles escabrosos, que al fin y al cabo es la madre que me parió...

A primerísima hora, he cogido la línea 1 hacia el centro junto a 3 chonis bakalutis, probablemente oriundas del Valle del Kas, las cuales han llenado el trayecto de ambiente y colorido, gracias a su tinte. En el vagón, el olor ha sobaquillo y jumeo era palpable, señal inequívoca de que el veranito se aproxima y con él el efecto ANTIaxe, producido por algunos machos de pelo en pecho al levantar su alerón para sujetarse a la barra.... puaaaajjjj!!!!!... por suerte, rápidamente hemos llegado a Sol, allá donde se cruzan los caminos, y allá donde el olor a choto se mezcla con el olor a gofre nada más abrirse las puertas... uffff, qué alivio...

Una vez en la superficie y como si la vida me fuera en ello, me he dirigido a unos grandes almacenes – de cuyo nombre prefiero no acordarme – para comprar mis bolloentradas y tachaaaannnnnnn.... nada más entrar, una foto de Daniel Zuera, de Operación Truño, lo que me ha recordado que ayer estábamos viendo programa de Nieves Porrero cuando pusieron parte de su videoclip; según uno de los plumillas que aparece en el programa, no podía emitirse completo debido a que estaban en horario infantil... OhOhoOhoH... vaya, a ver si los niños van a escandalizarse............ ¿¿escandalizarse los niños que nacen sabiendo latín?? ... ¡¡¡¡¡¡¡quien se va a escandalizar va a ser mi abuela cuando lo vea con tanto arrimar la cebolleta, no te jode!!!!!!!!... y todo porque en el video, el Osito se monta un sandwich de chorizo de marmolejo... la verdad es que la canción, de título yo no quiero enamorarme, no es de miligrammy latino y el estribillo dice así: yo no quiero enamorarme, sólo estar dentro de ti.



Anal-ización ponosintáctica del estribillo: es decir, no quiere lunas que lo iluminen ni soles que lo fascinen, lo que quiere es apretarte (no sabemos si a pelo, a pluma o Control mediante)... profundo, eh?!

Nosotras ya estamos makinando y tenemos hecho el estribillo de nuestra versión ratera, comprendida en un contexto de endiñación pura y dura, y que diría tal que así: yo no quiero enamorarme / tú por detrás y yo por delante

Y que conste que a nosotras nos encanta el chorizo, pero en rajas.

Bueno... finalmente, llegué a la sección de entradas, donde una mari algo rancia me atendió una vez se le puso en el potorro. Le digo que quiero las entradas y me dice que no le suena, que cree que allí no venden esas entradas. A todo esto, le pregunta a la otra mari que tiene a su vera y no menos rancia que la anterior, que me dice idem de idem. A estas alturas, los ovarios comenzaban a hinchárseme, así que replico educadamente: “pues lo he visto en vuestra página web, así que las debéis de vender aquí”... cuando en realidad me hubiera gustado decirle “perra, de aquí no me voy sin mis 2 entradas!!!!” y pensaba para mis adentros .. “¿¿¿joder, somos las únicas que hemos comprado entradas, somos gilipollas???”... pero por fin!!!, la mari primera, que debe ser más avispá en lo que a conocimientos tecnológicos se refiere, ha atinao a dar en la tecla y por fin, las entradas!!! misión cumplida...

De ahí, me he ido a por las de Fangoria, en la Sala Cool que, por lo me han contado, debe de ser muy coooooool, así que me he ido ZarZa a comprarme una camiseta más coooooooooooool todavía entre otras cosas, de entre las que destacaré unos calzoncillos para la RataParda. Sí, has leído bien, unos calzoncillos boxer para la niña: L Word y sus consecuencias: fue ver a Shane en calzoncillos y culo veo, culo quiero, así que si querías calzoncillos, toma 3, que están de oferta!!!... miedo me da pensar con qué va a rellenar el hueco de la huevera... que nadie de ideas.

Y cuando ya me había dejado un riñón y medio comprando, salgo a la calle y están cayendo chuzos de punta, así que nada... he llegado al metro que parecía la niña de The Ring, recién salida del pozo y con los mismos pelos, pero con ochenta bolsas...

San Martes, por fin...

Es lo que tiene ir al revés que todo el mundo, es lo que tiene este trabajo, son lentejas. Unas lentejas litoral con su chorizo, su morcilla, su tocinito y su patata que cada vez se me repiten más y no las potaré hasta que no salga algo mejor o hasta que nos toque una primitiva o una quiniela de 15 decente - porque con lo de esta semana no nos da ni pa pipas de loro sin sal - y podamos montar nuestro ansiado bar... que a este paso será allá por los siglos de los siglos y amén, en otra vida siempre y cuando en ella sigamos siendo bolleras (que hay muchas papeletas, tenemos para dar y tomar), amantes en secreto (a voces) y residentes en bollópolis, donde las salidas del armario por parte de las féminas se producen a lo bestia: aproximadamente cada 3 semanas 1 chichi dice a su madre: mamá, soy lesbiana, ¿qué hay de comida?. ... y ese es el punto de partida de una bollomorfosis imparable que tiene como primera parada el Escape. El porqué de estos fenómenos para normaLES en bollópolis es un misterio aún sin resolver, nosotras pensamos que debe de haber algo en el aire o en el agua, pero son sólo suposiciones no basadas en una investigación científica más profunda.

Y ahora me voy al shitisshentre a gastarme los dineros. Ayer me llamó RataChín para ver si quería irme con él al concierto de Fangoria (me queda hoy y mañana para aprenderme las canciones... stressss añadido), proposición que acepté encantada tras la grata experiencia vivida junto a él en el concierto del primo Jorge Miguel (uuhhmmm lleno de treintañeras interesantes con un aire pijo rodeadas de más y más chulazoplumagay) y, como no, tras darme RataParda su bendición - puedes ir en paz -.

En fin, si todo va bien y no decido fugarme a Villa Arriba en un tren de cercanías cualquiera para iniciar una nueva vida en busca de fama y fortuna haciendo paellas patrocinadas por el reto Fairy, traeré bajo el brazo un par de entradas para la macrofiesteta NST, cocedero de almejas por una noche, donde según parece se darán cita bolleras de otras otros planetas, de otras galaxias, de otros mundos...

Me voy, que se me hace tarde.

De remember...

En ocasiones, veo fotos. Los típicos albumes de familia en los que ves a tus padres, hermanos y demás fauna familiar incluida tú, cuyo estilismo afortunadamente, piensas, ha evolucionado para bien. Y me pregunto si mi estilismo actual me parecerá una horterada cuando me vea en fotos actuales dentro de otros 25 años (si no he pasado a mejor vida, claro); ¿¿me reiré de mi misma y pensaré cuán hortera fui??.
Especialmente suelo tener esos pensamientos cuando miro esas fotofreaks tan entrañables, que se sitúan en un intervalo de tiempo que oscila entre 1980 y Barcelona ´92.
Hombreras, cardados imposibles, flequillos a lo Julia Otero, estampados, chándals de tactel (cuanto más chillón fuera el color, mejor), mallas que te marcaban las bragas (sí, hubo vida antes del tanga), calentadores y, como no, las Reebok Freestyle, que marcaron una época gracias a Flashdance. Yo ansiaba tener unas, y las tuve. Bueno, mejor dicho, tuve unas Nisu Freestyle blancas porque eran más baratas y hacían el mismo servicio, según mi madre.
Y hoy, 25 años después, vuelven a estar de moda las zapatillas-botita en edición limitada y el bombón que las calzaba, cuyo estilismo es un tema que merece post aparte. La de vueltas que da la vida.

"BÁJAMELO TODO!!!!", exclamó.

Sí, eso me dijo, y con tono amenazante además, la muy rata, mientras yacía apotro-y-despata-rrada acaparando el 90% del sofá y con una mirada lasciva y la babilla cayéndole por la comisura de los labios... y no se refería precisamente a que le bajara los pantalones y las bragas, como mi mente calelenturienta intuyó en un primer momento (siempre pensando en verde)... sino a que le bajara todos los capítulos de South Of Nowhere de inmediato; ha visto el capítulo piloto y ya tiene mono.

Resulta que tengo una novia que es una boyonkarra, enganchada a toda aquella serie, telediario o película en la que salga una tiawena, y ya no digamos si la tiawena en cuestión es entendedora, ya sea en la ficción o en la realidad, o pudiera serlo, según su bollorádar... y no te joda eso, sino que la culpa es mía porque yo creé esta monstrua abriéndole nuevos horizontes lesbianotelevisibles... ¿y ahora qué?...

1. Ahora tengo que sufrir en mis propias carnes sus calentones cada vez que ve un capítulo de L Word, especialmente si está Bette en escena, aunque no hace ascos a (casi)ninguna.
2. Ahora tengo que soportar sus preocupaciones acerca de las cosas del querer entre esta última con Tina, con las cuales sueña, que yo sepa, una vez por semana fijo.
3. Ahora tengo que tragarme bodrios como, por ejemplo, La Cosecha sólo porque la Swank le pone.
4. Ahora seguro que está viendo, por enésima vez, Media hora más contigo, aunque me ha dicho que se iba a la cama.
5. Ahora los telediarios de fin de semana de tve1 son sagrados. Motivo: una tal María Casado.
6. Ahora es capaz de despertarme a las 7 de la mañana para preguntarme "¿qué pasó anoche en HC?", porque se quedó sobada viéndolo... y después ya decir "buenos días".
7. Ahora tengo el emule petao.
8. Ahora ya no hay retonnnno.

En fin, me quejo, pero... eres mi alumna más aventajada, pequeña Idgie Threadgoode.

Pariendo nuestro blog... un milagro!!!

es bollo y viene sano, sniffff...
Ni niño, ni niña: ha sido bollo.
No se llamará Froilán Felipe Ataúlfo Telesforo de todos los Kinkis, ni Victoria Federica Catalina Eugenia de los Dolores del Parto, sino Million Dollar Bollo, a secas, porque a su madre, la RataParda, y a mí nos gustó el nombre.
No ha venido al mundo en la Ruber, sino en la Blogger Internacional, donde tantos otros bolloalumbramientos han tenido lugar (y los que quedan, claro).
Dolores de parto no, pero joder hasta se coge el truco al blogger dichoso...
¿Qué tierno, verdad? en fin, ya sé que nuestro parto no va a crear tanta expectación como el de La Leti, que acontecerá próximamente, que pasará desapercibido entre la jaigpipol y que no seremos portada de Hola!, pero a nosotras nos hacía ilusión eso de bollobloguear y presentaros a nuestra criatura.