
Qué bonito era todo antes de saber que, en realidad, los reyes magos eran las novias... aquellos regalos sí que tenían nivel-maribel... pero hoy en día la experiencia y la estadística me dicen que este año RataParda me sorprenderá nuevamente con un "original" regalo... y es que el pasado año me sorprendió con un masajeador de pies último modelo (y que confundí en un primer instante con un orinal eléctrico) acompañado de un desafortunado comentario acompañado a su vez de una sonrisa propia del Dr. Maligno que decía así: "claro, cariño, como siempre me estás diciendo que te de masajes en los pies, he pensado que este era el regalo ideal, ¿te gusta?"
, manera muy sutil de decir "eres una cansina y me tienes jarta de vino con los putos masajes a todas horas; aquí te dejo este aparato pa que te apañes como puedas mientras yo me tiro en el sofá, eah!"... yo respondí educadamente con un "sí, me gusta mucho" mientras se hacía el silencio a la par que mis ojos inyectados en sangre se clavaban como dos puñales en sus pupilas. Nada menos que 6 meses se tiró el masajeador en su caja hasta que en verano me dio por estreñarlo un caluroso día de junio... por cierto, ella me sigue dando los masajes.
En fin, mentalizada y preparada para lo peor, estoy. Seguiremos informando y rebuscando en los armarios y cajones en busca de nuevas pistas.