
Por lo que observo a mi alrededor, bolleras & tecnología son dos conceptos que van intimamente unidos en el 95% de las lesbianas españolas. Vamos, como cuando haces una mayonesa y el aceite y el huevo te ligan a la primera: que si ahora me hago un video y lo cuelgo, que si ahora pongo música en el blog, que si ahora hago una encuesta, que si ahora me curro un fondo, que si ahora me lo ton-tuneo... qué nivel, Maribel!!!! nosotras debemos de estar en ese 5% restante, a las que se les corta la mayonesa al empezar a batir y sin estar con la regla (ya sabéis, leyenda urbana mayonesa VS menstruación): damos gracias a Dios con poder actualizar - y amén - y ni siquiera valemos para recordar una triste contraseña, pero es que con-tanto-pin-y-tanta-polla (perdón, es una frase hecha), una ya no sabe password poner cada vez que te solicitan una, sobre todo después de tener tres o cuatro cuentas de correo, estar registrada en 8 mil foros (de bolleras, la mayoría), tener que memorizar pins de las tarjetas, de teléfono... números, palabras, combinaciones de ambos... vamos, un stress, copito!!!
Así que aquel día, en un momento determinado de la instalación del puto duo, mi hermano nos preguntó: ¿¿qué contraseña ponemos??, y yo, considerada por ambas como la RataLista de las dos, debí decir: pon "·$%&$/0=¬€~#@ mismo, por ejemplo.

Todo hubiera ido sobre ruedas de no ser porque RataParda, momentos después, se tomó la libertad de recortar del folio el minúsculo trocito de papel en el cual había escrito nuestra contraseña supersecreta y de esconderlo poseída por el espíritu del Gollum - cual su tesoro - QUIÉN COÑO SABE DÓNDE (algo que me sigo preguntando 24 horas después), porque ayer estuvimos buscando el puto papel en los lugares más insospechados de un piso de 55m2 (como entremedias de una Biblia, por poner un ejemplo) y mira tú por dónde en la ansiada búsqueda aparecieron cosas como fotos con exnovias, primitivas del año pasado, recetas de pollo al chilindrón, kamasutra lésbico en su primera edición (con ilustraciones por cierto que le bajan a una la líbido en cuestión de un microsegundo)... pero del papelito dichoso, ni rastro.
Afortunadamente, RataBrother ha retornado y es un hacha. Bueno, no, es que es un proyecto de informático. Así que se ha metido no sé dónde, ha hecho no sé qué, y ha hallado la contraseña en minuto y medio, así que problema solucionado.
Ya no tendremos que recurrir a la hipnosis o a una sesión de regresión para RataParda recuerde. Anoche la obligué a soñar dónde lo había puesto, pero la muy guarra me traicionó y tuvo un sueño erótico con Aitana Sánchez Gijón después de ver el trailer de La Carta Esférica. Vamos, que es RataTonta cuando le interesa. Cuando no, aprende a pasos agigantados.
En fin, la próxima vez, me inventaré una contraseña tipo macabuenorra, mefolloalalombard, rollobolloconbetteya o keyra69. Seguro que no se me olvidan.